Cuando los sub-30
hablamos de peronismo, hablamos de Néstor y Cristina y en ellos reconocemos a
Perón y Evita. No es un reconocimiento comparativo, es un reconocimiento tácito
a una lucha política, a una identidad de clase y a una ideología nacional y
latinoamericana. Para mí, antes de Néstor la política era mala palabra,
peronismo era Menem con Duhalde, periodismo era CQC y Lanata era progre. Los
vínculos discursivos que teníamos los jóvenes con la política eran vacíos de
significados, abstracciones seudo-cómicas y miseria, si, miseria era lo que
generaba la política para nosotros “los polimodal”. Después vino un loco que no
entendía, hablaba de justicia social y levantaba las banderas del Peronismo,
nos proponía un sueño, nos interpelaba con futuro, nos vaciaba el vaso que
estaba lleno de mierda. ¿Estamos todos locos? ¿Cómo podemos seguir queriendo a
peronistas en el poder?….me preguntaba y repetía lo que sin análisis alguno me
habían enseñado en los medios de comunicación durante mi infancia (porque no
solo te implanta mentiras si no que te dicen como repetirlas). Mientras,
salíamos lentamente de uno de los peores momentos que nos tocó vivir como
generación, no se cuánto se puede recordar del 2001, yo por lo pronto recuerdo
días en los que solo había un plato de comida en casa y la solidaridad de los
amigos que daban el otro. Éramos chicos los sub-30, teníamos 5, 10, 15 años, no
entendíamos. Después llegó Cristina y el campo. Algo adentro mío colgó la
matrix. ¿Cómo puede ser que el campo, los que siempre ganaron, los que usan a
niños para levantar la cosecha, los que pagan 2 pesos están en contra de ella?
¿Cómo puede ser que la patria terrateniente la odie? después de eso entendí
todo. Entendí que hoy llamamos peronismo al movimiento que representa al pueblo
nacional con una mirada propia, en una línea histórica que se desprende desde
que occidente llega a américa. Entendí que Perón fue lo que fueron los
revolucionarios de mayo en 1810, lo que fue Rosas en la primera mitad del S
XIX, lo que fue Yrigoyen en 1920, lo que fue Alfonsín en el retorno de la
democracia y lo que fueron para nosotros Néstor y Cristina. Cada uno de ellos
tiene su propia carga histórica, sus errores y aciertos, sus vicios...su
humanidad, como tenemos cada uno de nosotros. Hoy nos vemos todos hablando de traidores,
todos discutimos al peronismo mientras el neoliberalismo vuelve más fuerte que
nunca y con él también viene el hambre, mientras discutimos quien es más leal
la muerte volvió como forma de dominación. Y acá no doy punto de discusión, no
estoy interpelando a nadie, solo expongo lo que creo correcto: cuando hoy
hablamos de lealtad hablamos de Lealtad a Cristina Fernandez de Kirchner,
porque en la lealtad a ella está la síntesis de nuestra línea histórica, de
nuestra identidad de clase y de la representación del gobernar para la vida.
No discutamos a Cristina, no perdamos tiempo discutiendo el peronismo, el peronismo somos todos los que de una u otra manera queremos una patria libre económicamente, justa socialmente y soberana políticamente y eso hoy solo lo representa Unidad Ciudadana y la única leal a estos principios de TODOS es Cristina. Ladren lo que ladren los demás.
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